Es muy común que con el paso del tiempo, si no tomamos las precauciones necesarias, se nos oxiden las herramientas de trabajo. Dependiendo del grado de oxidación, nos veremos obligados a sustituirla o podremos restaurarla dejándole el aspecto original.
Algunas recomendaciones para evitar que esto suceda son:
- Almacenarla adecuadamente en un lugar seco. Los niveles de humedad favorecerán la aparición del óxido.
- Limpieza habitual. Si limpiamos la herramienta después de cada uso, ayudaremos a que se mantengan en buen estado en el tiempo.
- Utiliza cajas o armarios para almacenarlas. De esta forma te asegurarás de que se protejan más de la humedad.
- Aplica algún producto que ayude a su conservación. Existen productos específicos para mantener los metales que evitan la corrosión.
Si tus herramientas ya se han oxidado, aquí te explicamos cómo solucionarlo:
Aunque existen remedios caseros como el vinagre, el bicarbonato o el limón con sal, nos vamos a centrar en la más común y efectiva que es utilizando productos específicos para ello como los desoxidantes de metales o también conocidos como spray antióxido. La ventaja más importante de usar estos productos líquidos para quitar el óxido de las herramientas es que es casi 100% seguro que van a funcionar. La desventaja es que la mayoría de sustancias químicas pueden despintar tus herramientas y otros recubrimientos. Es muy importante que leas bien las instrucciones antes de usarlo.
- 1. Antes de aplicar el producto, debemos preparar nuestro espacio de trabajo. Para ello utilizaremos guantes y colocaremos alguna toalla o trapo viejo donde limpiar la herramienta.
- 2. Con algún tipo de estropajo, eliminaremos el óxido más superficial.
- 3. Aplicamos el producto y dejamos actuar siguiendo las recomendaciones del fabricante.
- 4. Comenzaremos a frotar una vez transcurrido el tiempo que indica el producto hasta conseguir eliminar la máxima cantidad de óxido posible.
- 5. Limpia y retira los restos de suciedad y de óxido con un trapo seco.
Repite el proceso las veces que sea necesario hasta estar satisfecho con el resultado.